Si no se toman medidas inmediatamente habrá una emergencia alimentaria mundial con repercusiones de largo plazo para cientos de millones de personas, alerta el líder de las Naciones Unidas y llama a movilizar recursos para salvar vidas donde el riesgo es más grave, además de pedir el reforzamiento de los sistemas de protección social para la nutrición. La crisis generada por el COVID-19 aumentará rápidamente la cantidad de personas que sufren hambre o desnutrición.